Preguntas frecuentes
Carne de res, grasa, órganos, y calcio
Sin aditivos, conservantes, ni rellenos
Congelada
Molida
En porciones
Descongelar
Servir
Todas las mascotas
Para los que te acompañan todos los dÃas y que se merecen la mejor alimentación
Más fácil de digerir ​
Más energÃa y vitalidad
Sabor atractivo
Mejora la salud dental
Aporta más nutrientes
ProteÃna de alta calidad
Mejora la piel y el pelaje
Mejora el sistema inmune
Fortalece musculatura y articulaciones
Los perros están hechos para comer carne cruda, órganos y huesos.
La carne cruda está llena de enzimas, proteÃnas, vitaminas, minerales y ácidos grasos esenciales.
Los perros alimentados con carne cruda: se enferman menos, tienen dientes más blancos, aliento más fresco
Sus heces son pequeñas, compactas, se tornan blancas y se deshacen en pocos dÃas — a diferencia de los grandes montones malolientes que dejan los perros alimentados con croquetas (lo cual indica que no están absorbiendo muchos nutrientes).
Usualmente, los perros no absorben el 75% de las croquetas que comen...
Menos visitas al veterinario por infecciones de piel, oÃdo o limpiezas dentales.
Menos caÃda de pelo y un pelaje más brillante y saludable.
Aumentan su masa muscular, resistencia, y mejoran fÃsica y mentalmente.
Igual que nosotros, los perros no deberÃan consumir sabores artificiales, azúcar, quÃmicos ni conservantes que muchas croquetas tienen en su lista de ingredientes.
Las bacterias están en todas partes: en el mesón de tu cocina, en la nevera, en el fregadero… ¡y sÃ, también en las croquetas comerciales! Asà que no, la carne cruda no es el único alimento que puede tener bacterias.
Si manejas la comida de tu perro con las mismas precauciones que tomas con tu propia comida, no deberÃas tener problemas:
Limpia bien todas las superficies con desinfectante.
Lávate las manos con frecuencia
Lava sus platos con agua caliente y jabón
Muchas personas creen que la carne cruda puede causar salmonella, e-coli o perforar los intestinos por los huesos. Pero los perros tienen un sistema digestivo muy diferente al nuestro.
Ellos lamen el piso, comen basura, tierra, heces… y no se enferman por eso.
Su tracto digestivo es corto y ácido, diseñado para procesar carne cruda, huesos y todo lo que eso incluye, de forma rápida y eficiente.
Existen dos formas principales de hacerlo:
Transición gradual: vas cambiando poco a poco su dieta, agregando carne cruda progresivamente. No mezclado con las croquetas, si no alternando una comida de croquetas y luego una de carne cruda
Cambio directo: donde se deja de dar croquetas por completo y se empieza con la carne cruda al dÃa siguiente.
Muchos perros hacen la transición sin ningún problema y disfrutan su nueva comida con entusiasmo. Otros la aceptan encantados, pero pueden presentar algunos malestares digestivos leves al principio, como parte del proceso de adaptación a una alimentación real. El cambio directo suele funcionar muy bien en perros adultos sanos y en cachorros.
Incluso, puedes ayunar a tu perro por 24 horas antes de empezar con carne cruda, para ayudar al cuerpo a recibir mejor el nuevo alimento. Durante las primeras semanas, lo ideal es mantener la dieta muy sencilla.
La recomendación general es alimentar con un 2% a 3% del peso corporal ideal del perro, no del actual.
Si tu perro tiene sobrepeso, calcula la porción en base al peso que deberÃa tener, no al que tiene.
Si está muy delgado, haz lo mismo: usa el peso que quieres que alcance para calcular cuánto debe comer.
Al comenzar con la dieta cruda, lo ideal es empezar con el 2% del peso objetivo, e ir ajustando según cómo responda tu perro. Aquà te dejamos una guÃa rápida sobre cómo dividir esa cantidad diaria:
4 meses o menos → dividir en 4 comidas al dÃa
De 4 a 6 meses → dividir en 3 comidas al dÃa
De 6 a 12 meses → dividir en 2 comidas al dÃa
Mayores de 1 año → después de 2-3 semanas con dieta cruda y las heces normales, puedes pasar a una sola comida al dÃa, lo cual mejora la digestión
Tip útil: Si notas que tu perro no se come toda la comida, probablemente estás ofreciendo más de lo necesario. En ese caso, ajusta las cantidades hasta encontrar el punto ideal
Una vez que tu perro ya está adaptado a la dieta cruda, puedes ajustar la cantidad diaria según sus necesidades. Lo más común es aumentar a 2.5% o 3% del peso corporal ideal, dependiendo del nivel de actividad de tu perro.
Si es muy activo, como perros que hacen caminatas largas, corren mucho o tie nen entrenamiento frecuente, puede que necesite un poco más del 3%. Si es más tranquilo, tal vez necesite un poco menos del 2%. Cada perro es único y lo ideal es observar y ajustar.
¿Cómo saber si estás dando la cantidad correcta?
Pasa tus manos por sus costillas:
Si puedes sentirlas pero no verlas, está en su peso ideal.
Si se notan mucho, puede estar comiendo poco.
Si no se sienten, puede estar comiendo de más.

